jueves, 29 de marzo de 2007

Un cuento para Marechek

Porque sé que me vigilas. Porque el pedazo de roca os quiere, aunque no diga nada, aunque salga corriendo soltando alaridos cada vez que intentáis agarrarla en plan melé achuchona. Porque no sé qué sería de mí sin mis rubias. Sin Guaja, Marechek, Menchín, Larón y La Princesa.
Habrá cuentos para todas, pero el tuyo es el primero. Porque sí. Porque sé que lo llorarás como se merece!! (Gracias, Jas, por enseñármelo)

EL FIN
De Rabindranath Tagore

Madre, ha llegado la hora de que me vaya. Me voy. Cuando la oscuridad palidezca y dé paso al alba solitaria, cuando desde tu lecho tenderás los brazos hacia tu hijo, yo te diré: ‘El niño ya no está’. Me voy, madre. Me convertiré en un leve soplo de aire y te acariciaré; cuando te bañes, seré las pequeñas ondas del agua y te cubriré incesantemente de besos. Cuando, en las noches de tormenta, la lluvia susurrará sobre las hojas, oirás mis murmullos desde tu lecho, y de pronto, con el relámpago, mi risa cruzará tu ventana y estallará en tu estancia. Si no puedes dormirte hasta muy tarde, pensando siempre en tu niño, te cantaré desde las estrellas: ‘Duerme, madre, duerme’. Me deslizaré a lo largo de los rayos de la luna hasta llegar a tu cama, y me echaré sobre tu pecho mientras duermas. Me convertiré en ensueño, y por la estrecha rendija de tus párpados descenderé hasta lo más profundo de tu reposo. Te despertarás sobresaltada y mientras mires a tu alrededor huiré en un momento, como una libélula. En la gran fiesta de Puja, cuando los niños de los vecinos vengan a jugar en nuestro jardín, yo me convertiré en la música de las flautas y palpitaré en tu corazón durante todo el día. Llegará mi tía, cargada de regalos, y te preguntará: ‘Hermana, ¿dónde está el niño?’ Y tú, madre, le contestarás dulcemente: ‘Está en las niñas de mis ojos, está en mi cuerpo, está en mi alma’.

Fumando siempre


Ya es mañana. Cada vez hay menos cajas, mi nueva guarida me espera. Después, sólo me apetecerá enroscarme como un cachorro y dormir durante días.

He fumado más que nunca. Dos cajetillas hoy, otras dos ayer, tres el día anterior. Fumo demasiado si estoy triste y también si estoy eufórica. El caso es fumar. Sólo paro en la cama, aunque... no siempre.


Intentaré dejar aquí el mal humor, las cosas malas. Fingiré que se me han olvidado. En una maleta llevo los recuerdos buenos, y en la otra los fantasmas. No pienso abandonarles. Echaré de menos a mi amante felino de la esquina. A quién le maullarás ahora, casquivano? Recuérdame.


Pronto amanecerá y sigue siendo tu cumpleaños. Feliz día. Es bonito tenerte de vuelta. Tarde o temprano tendrás que ayudarme con Morgana. Tengo que traerla hasta aquí, mi pobre gata negra, tan gótica y con el corazón roto...


Fumaré el último antes de irme. Por si llegaran los búhos.

martes, 27 de marzo de 2007

Cosas que te diría


A veces no tienes ni idea de cómo ocurren las cosas. Sencillamente algo te duele, te decepciona, y saca lo peor de ti. Después es difícil dar marcha atrás. Porque ya no sabes bien lo que pasó, ni por qué. Estaría enfadada contigo si pudiera. Sabes que no puedo. Triste sí, dolida, confusa. No sé que ha pasado. Espero que algún día me lo digas. Y que no se pierda la magia.

La nube

Hay cosas peores que estar atrapada en un mar de cajas. Que se te acabe al tiempo. Haber llenado unas quince cajas de libros y que sólo tres de esos libros sean tuyos. Tener un compañero de piso que pasa olímpicamente de todo y no poder echarle porque es sangre de tu sangre. Esta no es la independencia que yo quería. Lo que quiero es estar sola. Cargar con lo mío. Asentarme por fin en una guarida que sea sólo para mí. No tener que soportar las manías de nadie. Hacer mi vida. Quiero llegar a mi casa y encontrarla vacía. Me gusta el silencio.
Hay cosas mucho peores que verse en medio de otra maldita mudanza (la cuarta en tres años, si no me equivoco) Y es estar enfadada, triste, decepcionada. Y encontrarse mal, enferma y sin fuerzas.
Los búhos no vendrán hoy, porque ni ellos tendrán ganas de aguantarme. Y no les culpo. Lo que necesito ahora, es que pase la nube.

miércoles, 21 de marzo de 2007

Lilith


Insultadas, injuriadas, tratadas de locas, marginadas, señaladas o quemadas en la hoguera. Encarnación de lo malvado, lo pecaminoso, lo imperfecto. Castradas y relegadas, encorsetadas, histéricas. Acalladas, muchas veces por ellas mismas o por otras menos valientes, más rencorosas. Algunas tuvieron la suerte de nacer en épocas de esplendor. Sus "excentricidades" fueron "consentidas" por una sociedad más culta y abierta que, en algunos casos, llegó a aplaudirlas. Otras, en cambio, vivieron en tiempos de oscuridad y lo pagaron con el escarnio, el encierro, la mordaza, incluso con la vida. Algunas han sido ninguneadas, aplastadas por la fama y el reconocimiento otorgado sólo a sus contemporáneos varones. Muchas apenas merecen unas líneas en los libros, que las describen vagamente como "hijas", "madres", "hermanas", "esposas" o "amantes" de alguien. Poco a poco trataremos de rescatar a algunas de entre las sombras. Porque el olvido es la peor de las muertes.
Empezaremos por el principio. Por la rebelde Lilith. La primera esposa de Adán, hecha del barro, como él, y no de una de sus costillas. Abandonó el paraíso antes de consentir que su compañero no la tratara como a un igual. Madre de los súcubos, los vampiros y otros monstruos oscuros, lasciva, emparejada con el Ángel Caído, condenada a ver morir a cien de sus hijos cada día, ladrona y asesina de niños, aliada de brujas, xanas y otros seres femeninos y seductores de la mitología, sentada en la cara oculta de la luna... Un personaje de leyenda que sirvió como ejemplo del peligro de no ser sumisa. La bella, rebelde, condenada y oscura Lilith...

lunes, 19 de marzo de 2007

En pleno temporal

Un día típicamente astur: viento, sol, lluvia, granizo y, a ratos, todo a la vez. Aunque os cueste creerlo, tiene su encanto. Pero, indudablemente, en estos momentos envidio a mi viejo, que está en Cádiz dándose la vida padre, nunca mejor dicho. Feliz día, chatarrita!!! Y deja de hacer el payaso, que al final te van a ver!!!
De nuevo he pasado la noche en blanco. Las cajas me rodean, la mudanza es inminente!! Hoy me encantaría ser Hermione. Seguro que la muy sabihonda sabría de memoria el hechizo necesario para que todas mis cosas aparecieran en mi nuevo piso. Por arte de magia.
No os lo había dicho? Me mudo del 18 al 69. Broma cósmica!
Empaquetaré algunas cosas... mientras espero a los búhos.

viernes, 16 de marzo de 2007

Convaleciente

El aburrimiento sería insoportable de no contar con la magia de internet. Tengo el messenger para charlar, el foro para compartir frikismo, el vórtice para reír un rato, y este rincón para contar mis penas. Y a Josh! Vuelvo a tener a Josh gracias también a la magia de internet. El cerebro me echa humo tratando de seguir esas batallas dialécticas en parla hereje, pero al menos sé si viven, si ríen, si lloran o si siguen jugando al gato y el ratón. Donna ha vuelto a casa, ha sido emocionante. Leo me ha dado el susto de mi vida. Me he zampado tres capítulos con incontrolable gula. Si estuvieran doblados, me habría ventilado seis a estas horas. Me gustan más las voces del doblaje. Excepto la de C.J. Tiene una voz preciosa, al más puro estilo Bacall.
Sigo convaleciente y aburrida, los búhos no llegan, y mañana es San Patricio. Felicidades, Peque!

jueves, 15 de marzo de 2007

El Feminismo contado para Campanilla


Cada vez que digo que no soy feminista, observo la misma reacción. En algunos hombres, cierto alivio mal disimulado. Buf, tíos, dejad de meter barriga. Podemos contar chistes verdes. Y en casi todas las mujeres, estupor. No eres feminista? No estás a favor de la lucha de la mujer? De la igualdad de derechos? Pero por qué?

Definamos feminismo.


El feminismo es un conjunto de teorías sociales y prácticas políticas en abierta crítica de relaciones sociales históricas, pasadas y presentes, motivadas principalmente por la experiencia femenina. En general, los feminismos realizan una crítica a la desigualdad social entre mujeres y hombres, y proclama la promoción de los derechos de las mujeres. Las teorías feministas cuestionan la relación entre sexo, sexualidad, y el poder social, político y económico.
A pesar de que muchas personas líderes feministas han sido mujeres, no todas las mujeres son feministas y no todas las personas feministas son mujeres. Algunas feministas consideran que los hombres no deberían tomar posiciones de liderazgo dentro del movimiento, pero la mayoría aceptan el apoyo de algunos varones.
El feminismo como movimiento social ha sido principalmente visibilizado como un movimiento de las sociedades
occidentales en el siglo XX.
El feminismo no se encuentra asociado a ningún grupo, práctica o evento histórico en particular. Nace a partir de la conciencia acerca de las desigualdades causadas por los
sistemas sexo/género y de la búsqueda de la justicia social. Existen diversas formas del feminismo, como teoría, como práctica, como conciencia, como movimiento social internacional, nacional y local.
Algunos de los distintos feminismos son el
feminismo cultural, el feminismo radical, el ecofeminismo, el anarcofeminismo, el feminismo de la diferencia, el feminismo marxista, el feminismo separatista, el feminismo filosófico, el feminismo cristiano y el feminismo crítico.




Bendita Wikipedia! Bien, esa es la teoría. Eso es lo que muchas pioneras quisieron demostrar. No nos pongáis etiquetas por el mero hecho de haber nacido mujeres. Diosas fértiles en la antigüedad. Rameras satánicas, brujas, mentirosas, encarnación del mal y del pecado en el cristianismo. Algunas, santas. Todo estrechamente ligado al uso de la entrepierna, exclusivamente. Luego fuimos musas, histéricas, locas, heroínas, taradas... dependiendo de la época. No hemos dejado de ser etiquetadas en ningún momento de la historia. Sólo por ser mujeres. Ahora somos Superwoman. O eso quieren que seamos. Ellos no tienen etiquetas. Para qué? Son hombres. Exceptuando las pajas mentales de algún modisto listillo que quiere implicar más a los machos en ciertos consumismos, y que inventa etiquetas ridículas (metrosexual, übersexual) que, afortunadamente, son efímeras y tomadas a cachondeo en la mayoría de los casos. Nosotras seguimos etiquetadas.


Qué es el feminismo ahora? En mi opinión es uno de los términos más manoseados, pervertidos y ultrajados del diccionario colectivo.


Cosmopolitan. Vuelve loco a tu hombre. La moda más cool. Test Cosmo: eres una estrecha? Vuelve el tacón de aguja. Dietas milagro: no te escondas, presume de tipito este verano.


Revistas "femeninas". Porque hablan de trapos. Por eso son femeninas. El Muy Interesante no se considera una revista femenina. Y me consta que muchas mujeres la leen. De hecho, es la única que yo leo. Pero se da por sentado que lo normal es que lea revistas de trapos. No me gustan los trapos. Tïa, qué rara eres!


Sexo en Nueva York. Cuatro pijas comentando sus polvos. Super liberadas y mega cool. Manolo Blahnik a gogo, antros de super moda y pisazos de lujo. Son divertidas. Me he reído mucho con ellas. Cómo terminan? Casadas de blanco. Se ve que otro final es inimaginable! Eran solteras y se divertían, pero cómo lloraban por no tener novio... por estar "incompletas". Incompletas? Santo Dios. Es para ofenderse.


Nos ponen etiquetas. Culto al cuerpo, buena ropa, currar, viajes exóticos, muchos amantes, sentar la cabeza, casarse de blanco como una princesa, tener algún niño y poder con todo. Y lo llaman Feminismo. Feminismo Cosmo. Deberían incluir esta categoría en la Wikipedia.


Y luego están las Hembristas. Que son como los peores machistas, pero al revés. Los hombres son malos por naturaleza, no les necesitamos, que se pudran! Lo siento, yo les necesito, les adoro, les amo. Me encanta estar con ellos. De hecho, siempre me he entendido mejor con ellos. Soy una mujer atípica, rara, no me gustan los trapos, ni las bodas, odio ir de tiendas, las películas románticas me dan urticaria, prefiero vivir sola, soy promiscua y elegiría ser Aragorn antes que Arwen. Así que no encajo en la etiqueta de lo que muchas entienden ahora por feminismo. Lo cual no quiere decir que sea machista.


No necesito etiquetarme porque tengo muy claro que soy distinta a los hombres, tanto como puedo serlo de cualquier otra mujer. Todos somos únicos. Quiero disfrutar de la complicidad con ellos y con ellas. Oír chistes verdes. Hablar de sexo sin que una mojigata me censure ni un cavernícola me babee encima. Quiero normalidad, no diferenciación. Y esa normalidad es la que enarbolo como bandera. No quiero explicarle a un carcamal que tengo derecho a ser promiscua. Si no lo entiende, no merece el gasto de saliva y tiempo. Soy como soy, no tengo que luchar por ser así.


Adoro a las mujeres. Su magia, su sabiduría ancestral, la manera en que solidariamente se ayudaron en un mundo fálico que las oprimía, los secretos que pasaron de madres a hijas, comprendo el temor de las sumisas y aplaudo la rebeldía de las osadas a las que tanto debemos. El derecho al voto, al divorcio, a estudiar y a trabajar, no los tacones de aguja, que son modernos elementos de tortura, como en su día los corsés. Pero aplaudo igualmente la libertad que tenemos de usar esos malditos tacones o bien botas de monte. Y no creo que ninguna opción te haga más femenina que la otra.


Adoro a los hombres. Sus luchas, sus logros, su respeto, su apoyo y la manera en que procuran adaptarse a unos tiempos extraños en los que pueden partirte la cara por hacer una broma o llamarte estúpido si no te lanzas a meter mano. A los que nos entienden, a los que no temen ser amigos de las mujeres, a los que se atreven a llorar en el cine o hacerle muecas a un bebé sin sentir que peligra su hombría.


Quiero normalizar todo eso, la libertad de cada uno de ser como es, y por eso no soporto la idea de colgarme como etiqueta un término politizado, mediatizado, pisoteado y manipulado por el consumismo más absurdo.


Si ser feminista hoy pasa por el Cosmopolitan, o en el otro extremo, por odiar a los hombres, entonces no soy feminista.


Si pasa por romper etiquetas, normalizar actitudes y pasar de corporativismos y clichés basados en los genitales, entonces sí.

miércoles, 14 de marzo de 2007

Nuevos Vicios

Voy a contaros algo, mientras esperamos a los búhos. Poneos cómodos, es una confesión. La culpa de todo la tiene el Hereje. Yo vivía muy tranquila con mis viejos y familiares vicios, sin ninguna necesidad de estrenar otros. Bastante tenía con ser una freakie de Alatriste, de Viggo, de El Señor de Los Anillos, de U2, de los libros, de escribir insensateces... pero resulta que el "frikismo" no se crea ni se destruye, sólo se transforma. Se ramifica, se agranda, como una bola de nieve. Una pasión conduce a otra irremediablemente. Y, encima, este proceso no es lineal, ni lógico. Por eso pasas de Ende a Tolkien, y de ahí a la trilogía en pantalla grande, que a su vez enlaza con la obsesión que ya tenías por Mortensen desde la infancia, en los días de Único Testigo, película que viste por culpa de Indiana Jones. Y, por otro lado, cuando se te acabaron los libros de Ende, te aburrías, así que apareció tu padre y te dijo: "Lee esto", y te dio "La sombra del Águila", y así te hiciste freakie de Reverte. Y, novela tras novela, llegó El Capitán, y tras él la película, y de nuevo enlazamos con Viggo. Por culpa de todo eso te haces freakie de un foro de internet, y escribes en un año y medio seis mil mensajes, y conoces gente, y discutes, y hasta te peleas, pero también descubres un día que muchos de ellos son tu gente, y que les quieres. Por culpa de uno casi llevas una doble vida. Por culpa de otro, te enganchas al Vórtice del Universo, y te ves rodeada de nuevos y maravillosos freakies, cada cual con su "frikismo". Y, por culpa de otro más, te enganchas completamente a la vida de unos personajes de ficción que se pasean por La Casa Blanca, trabajan para un presidente idílico al que todos votaríamos, se aman, se pelean, logran victorias aplastantes y fracasos clamorosos, lidian con senadores cafres, congresistas de todo pelaje, feministas radicales, pedigüeños, trepas, adversarios carcas, cónsules, periodistas, escándalos, espionaje, guerras, conflictos, terrorismo, leyes absurdas, enmiendas, atentados... Los entresijos de la política son asombrosos. A veces repugnantes, a veces divertidísimos. Claro, es ficción. Ojalá la realidad fuera así. Y por eso, porque soy una freakie sin remedio, mi ordenador echa humo mientras la mula galopa sin descanso, porque necesito saber cómo sigue! Me tragué con glotonería las cinco temporadas... y ahora, qué? A desempolvar los archivadores del cerebro donde guardo el inglés que he estudiado. Porque, entendedme, tengo que saberlo! Tengo que volver a El Ala Oeste de la Casa Blanca, y saber qué les ocurre!!!! Es vital!!! No puedo esperar a que las ingratas televisiones nacionales se decidan a estrenar la nueva temporada, atrapadas en un bucle infinito de reposiciones!!! En fin, que el "frikismo" es el origen de todo. Por eso soy quien soy. Por eso estoy aquí. Y por eso amo a Josh.

martes, 13 de marzo de 2007

Días extraños...

Hoy ha sido uno de esos. Será porque llevo en pie desde ayer a las diez de la mañana. (Son las 22:33, diga lo que diga este maldito reloj hereje!!) O será porque la primavera acecha, con su intolerable dosis de ansiedad, depre, humor de los mil diablos y malestar general. Será que ya me amenaza la nostalgia del invierno. O la inminente mudanza. O qué sé yo. El caso es que esta gata está más insomne que nunca.

Qué he hecho en estas 36 horas largas?? Acompañar a una enfermera de Sevilla en una guardia aburrida. Planear un viaje. Recibir y enviar unos 5o mails. Leer. Escuchar la radio. Dar un paseo. Tomarme un café en el Báltico. Charlar con mis amigos del foro de siempre. Conocer a unos cuantos en el Vórtice del Universo. Reencarnarme en musa para La Señora Mayor... sin que ella lo supiera, por supuesto. Jugar al absurdo. Saludar con la mano a Gadir. Una colada. Estudiar anatomía. Fumar dos paquetes y medio de tabaco. Reírme. Y crear este blog.

Soy nueva. No sé hacer nada. Paciencia. Todo llegará.

Gracias a los de siempre y a los nuevos. Aquí seguimos, y los búhos no llegan. Esperamos?
Aquí estamos... esperando a los búhos.