lunes, 13 de septiembre de 2010

Al hilo de lo anterior


Y nunca mejor dicho lo de "hilo". Muchos de vosotros entenderéis por qué. Al grano: paseando por la red topo con una página en la que se invita a la gente a compartir cómo conoció a su pareja. Por pura curiosidad paso a leer las diferentes historias, convencida de que encontraré un abanico casi infinito: casualidad, compañeros de trabajo, la ex de un amigo, el vecino nuevo, el colega de alguien, un concierto, un viaje, aquel chaval que no tragabas, la que se mató de risa con tu chiste en aquella fiesta... qué sé yo. De todo un poco. Y sí, también esperaba encontrar la influencia de los nuevos tiempos. Pero confieso que no en semejante medida. De todas las respuestas (y son unas cuantas) muy pocas escapan a las nuevas tecnologías. Una de ellas es de traca, por cierto. Relata una señora cómo conoció a su marido (ya ex marido)... en el funeral de su primera esposa. Y concluye que, con semejante mal fario, estaba claro que la cosa no iría bien.

El resto? En el messenger. Me comentó una foto del facebook. En un foro de debate. Jugando en línea al rol. Nos dimos los números de móvil. Charlábamos por el Skype. Peleábamos en un chat porque no estábamos de acuerdo en nada. Me entraba en el blog.

Sí que han cambiado las cosas, sí. Ahora me parecen divertidísimos mis tiempos de quinceañera por los bares. Del clásico "te invito a algo", al oportuno "bailas?" (cuando sonaban las lentas), pasando por el siempre directo "tía, qué buena estás" y llegando al surrealista "quieres rollo?" (No os hagáis las suecas, niñas, que todas las de mi quinta sabéis de qué hablo). Cómo va el tema ahora? "Tienes cam? Me das tu correo? Me agregas al messenger? Búscame en el facebook y nos mandamos cosas pa la granja". Tela. Llamadme ñoña, pero tenía más enjundia lo de antes. Pero claro, eso lo digo porque lo de antes era lo mío. Cómo ligarán mis nietos? No, deja, prefiero no preguntármelo. Será más interesante que me lo expliquen ellos. Así podré echarme las manos a la cabeza y soltar alguna cebolletada para que se maten de risa y meneen la cabeza pensando que la vieja chochea, que vive en la prehistoria y que, sin duda, aquella juventud tuvo que ser muy triste, gris y sólo en tres dimensiones.

22 comentarios:

I need a miracle dijo...

Jajajajaja lo reconozco pertenezco a la generación: quieres rollo? jajajaja y odiaba que se me acercara un chico preguntango: quieres salir conmigo? buah qué poco original

Lenka los tiempos cambian y a una velocidad de infarto, ahora se liga sin necedidad de verse apenas, hablando, "jugando", la verdad es que no me parece muy mal (gracias a todo esto me volvi a enamorar), pero si que es cierto que se echan en falta otras cosas con estas nuevas tacticas de ligoteo moderno, y hemos ganado en otras.

Pero como tu dices, a saber qué inventarán nuestros nietos para salir con una o un churri si es que para entonces se sigue saliendo :)

Saludos

Luna dijo...

Buenas.
Bueno yo... a mi ex lo conoci en la playa, ambos conociamos al dueño del chiringuito.

Mi propio actual salio detras de una pantalla...

Nunca pense que podria pasarme a mi, una cosa de esas, pero como cada vez que abro la boca... estaba mejor calladita.

Pues aqui me tienes de vecina desde el 2001...

Besos
Rosa
PD: Tu no has contado como conociste a tu Trasto, anda que llamarlo asi, pobrecillo!

Juan dijo...

Yo no he pertenecido a la generación del quieres rollo.

Primero había que hablar....mucho. Después, en la fiesta de turno, estabas deseando que pusieran las lentas para sacarla a bailar. Si te ponía las palmas de las manos en los hombros (para que no te pudieras acercar demasiado) ya sabías que no tenías nada que hacer. Si te ponía las manos cerca del cuello....ufff, habían posibilidades.

Después te declarabas y, con un poco de suerte, le dabas un beso....en la cara...a los tres meses de estar saliendo.

Esto fue así hasta mis 18 años más o menos. Con la llegada de la democracia hubo una auténtica revolución sexual y las cosas cambiaron radicalmente y las sábanas sustituyeron a los castos besos.

Sra de Zafón dijo...

Menudo temazo, Lenka, uaaaaaa :-)

A mi el amor me daba en las noches de campamento. Ya te conté una vez que tenia novio y todo, pero el curilla era el que me descolocaba por completo.
Ejercía de lo que ahora se llama monitora y que en mi época no tenía nombre, pero consistía en pasar quince días con delincuentes de menos de 16, que jamás salían de su barrio si no era para entrar al truyo o para ir a ese campamento.
Uua, como me sentía de guay, de solidaria, de buena gente, de cristiana enrollada, casi tanto como al cura al que amaba
:-)
Entre eso, su guitarra, el cielo más negro y estrellado que vi jamás , el olor a mar, sus ojos azules, la queimada, su dedos rozando los míos y los besos que se le escapaban sin poderlo evitar después de darme una calada de su cigarrillo... un cóctel de lo más... tradicional, casto y nada original jajajajaja.pero intensísimo.

Un par de "enamoramientos" más todos más o menos así, osea en noches de verano, hasta que
me enamoré de verdad, del todo, y fueron las palabras las que nos fueron pegando, las que traían prendidas toda la ilusión, todo el deseo, el anhelo, la incertidumbre, la imagen del alma (por decir algo) del otro.
Todavía teníamos que esperar por el cartero, así que me hice cartera para esperar menos jajajajaja. En serio, me hice cartera en los meses de verano, y también en Navidad. Amaba los sobres, y llevaba a la gente las palabras con el mismo cuidado que si llevase a sus amores dentro, y por supuesto mi todas las cartas eran de amor, ni de buenas noticias.Por aquella época la gente temía los telegramas, hasta yo. Era lo peor que llevaba, temblaba mientras hacía el recorrido con aquel papel azul, que casi siempre comunicaba de alguna desgracia.

Tuve que dejar de ser cartera porque se me dio por intentar localizar a no se cuántos hijos emigrados que nunca escribían a sus madres...mujeres que vivían solas con esa única esperanza. Lo llegué a vivir como una obsesión. Por aquel tiempo era todo tan complicado, diría que casi suicida por imposible. El día que me descubrí escribiendo una carta a una mujer de 90 años como si fuese su hijo, lloré tanto que mi chico se vino a vivir conmigo, jajajajajaja. Me río pero todo es verdad y muy triste.

Después de años me volví a enamorar y otra vez fue a través de las palabras, de vez en cuando calmábamos el hambre de piel viéndonos unos días, pero ...el amor nació y se construyó con cientos de miles de palabras de amor, así que no me e traña nada, que en estos tiempos en que es tan fácil llegar a tantos lugares gracias a la red, el amor surja colgando de cualquier correo, de cualquier foro, de cualquier blog.
Incluso para algunas personas la pantalla puede llegar a ser el único lugar de libertad real.

Yo misma estoy enamorada de casi todos los que entran a mi prado
:-) bueno, sobre todo de un toro que me tiene loca...

Besos, Lenka!

Nebroa dijo...

Qué gran tema/entrada/comentarios/deducciones/sorpresas... Que digo que de momento escucho y leo, me empapo de todo y lo mismo te cuento algunas de mis historietas... ;)

Rogorn dijo...

Luna, Lenka sí que ha contado aquí en realidad cómo conoció (más o menos) al Trasto. Busca patrás, busca. Lo malo es que encontrarás más de lo que quisieras xD

Además, mírala a la Lenka cómo se extraña, con todo lo que liga por intrené ella. Si es la reina. Sus foros y blogs y demás están llenos de alenkados. Hasta con el Trasto hubo un poco de foro y todo.

Alice dijo...

Jajaja, hace poco escribí una entrada parecida y hubo muchas discrepancias. Aunque reconozco que tengo delito, porque conocí a mi actual pareja a través de Internet, pero no sé, comparto lo de que, como el "cara a cara" no hay nada.

Qué tiempos aquellos del "quieres rollo?", jajaja!

Un beso

Lenka dijo...

Uy, pero nada que objetar a la red! La magia es magia, salga por donde salga. Yo me he enamoriscado en internet (es de lo más fácil para todo el que sufra de exceso de imaginación), he hecho amigos (amigos de verdad), me he reído, me he emocionado, me he desahogado, me he descubierto comprendiendo perfectamente a personas que jamás he visto en mi vida y hasta me he echado algún amante.

Internet es sólo otra manera. Muchos la utilizan de formas extrañas, y se envuelven en mentiras, máscaras y estrategias. Otra gente la utiliza con sinceridad y al modo romántico, tipo "lanzar mensajes en botellas". A mí me gusta la idea, qué os voy a contar? Aquí tengo mi Torreón.

Total, que nada de críticas a lo de enamorarse por internet. Simplemente pongo por escrito hasta qué punto esto ya es "lo normal". Tiene su miga, y demuestra cómo cambian las cosas en muy pocos años. Lo calculo conmigo misma y es que en sólo 15 esto es otro mundo!!!!

Lenka dijo...

Juan, creo que me tocó una época un tanto curiosa. No quedaba mucho rastro de represión sexual, pero tampoco de aquel despiporre festivo que le siguió (y menos del de ahora!) Me recuerdo con 15 años, faldas muy cortas y encaramada a las gogoteras (con la bendición de mis padres), y sí, bailando agarrao y morreando sin complejos tras el "quieres rollo?" (cuando lo quería, claro!) Pero no, tampoco era todo tan fácil.

Todavía era un enorme paso fumarse un cigarro, lo de beber daba cierto respetito (tampoco nos daban mucha pasta pa vicios, la verdad!) y para la mayoría de las chicas (de los chicos no digo nada, jejeje) lo de acostarse con alguien se meditaba bastante. Es curioso, porque una se pensaba mucho esa primera vez, pero no porque la soñara con violines y pétalos de rosa. Afortunadamente se nos habían caído muchos mitos y casi todas teníamos claro que aquella primera vez sería una chapuza total, una especie de trámite. Lo que se esperaba es que no resultara además un mal trago ni traumática. No creíamos en el amor para siempre ni en el chico ideal (al menos en mi entorno) pero sí nos manteníamos firmes en ciertas "normas". Tenía que ser alguien en quien confiaras, que supieras que no te trataría de mala manera. Se solía optar por un noviete que te durara mínimamente o incluso por algún amiguete muy querido.

La primera en "hacerlo" era considerada una valiente total, no se la criticaba ni tampoco pasaba a ser una diosa. La verdad es que resultaba poco competitivo entonces, y aunque el sexo era el tema estrella de toda charla y volaban los "consejos expertos" (juas), se respetaba muy mucho cómo cada una se lo montaba o no se lo montaba. No recuerdo presiones, ni que hubiera un único modo guay de hacer las cosas. no recuerdo tanta doctrina. En la misma pandilla cabían l@s lanzados, l@s tímidos, l@s de noviazgos largos y castos, l@s veletas... El sexo no sumaba ni quitaba puntos, se comentaba con pelos y señales, pero se toleraba mucho cómo lo vivía cada cual, porque se consideraba "hablable", sí, pero privado. Algo tuyo en lo que mandabas tú.

Ahora da un poco de yuyu comprobar hasta qué punto el sexo es intrascendente, una muesca más. No sé, creo que mi generación le quitó mucho dramatismo, pero seguía siendo algo que elegías y sobre todo algo divertido. Igual me equivoco, pero hablando con adolescentes de hoy veo menos diversión y me parece triste. Todo es más compulsivo, más público, más exhibicionista. Hablando en plata, parece que follen para los demás y no para ellos.

Pero bueno, no creo que internet tenga culpa en eso. O sí, ni idea. Tampoco me he parado a pensarlo. Aún (amenaza!)
;)

Lenka dijo...

Preciosa tu historia, Zafo. Siempre me fascina la manera en que te involucras en las cosas, sin esperar de brazos cruzados qué te da la vida. Eres la pura definición de la iniciativa, chica!!!!

Otra cosa: a qué campamentos y con qué curas ibas tú????? Los curas de los míos eran viejos, carcas y con malas pulgas!!!! Yo me enamoraba locamente de monitores y de otros acampados (de hecho, mi primer amor surgió en un campamento de verano, lo tengo contado por ahí) pero los curas no eran para nada "enamorables"!!!!
XD

Nebroa, ya tardas en contar. Con lo bien que se te da, además!!!!!

Rogorn, qué te voy a contar de internet?? Se pueden fundar reinos. Con intrigas palaciegas, golpes de estado, guerras, sexo, pactos y lo que se tercie. Qué te voy a contar? Los Tudor a nuestro lado, unos aprendices.
;)

Rosa, te contaré cómo conocí al Trasto. Es cierto que está contado por aquí en tiempo real, cual culebrón. Y por capítulos! Tengo unos cuantos amores y desamores narrados en el blog. Pero mira, para que no tengas que bucear por este desastre mío, prometo versión resumida.

Sólo te adelanto que a mí me dejó uno, a él le dejó otra y su perrina decidió enredarnos con la correa a ver si nos decidíamos de una vez.
XD

Juan dijo...

"Todo es más compulsivo, más público, más exhibicionista. Hablando en plata, parece que follen para los demás y no para ellos."

Jajajaja.

Muy gracioso, pero tienes toda la razón.

El sexo no lo veo ni trascendente ni intrascendente. Para mí es la mayor intimidad que tienes contigo mismo, porque es compartida.

Nunca he tenido sexo sin amor (y no lo veo negativo en absoluto, me parece perfecto y también maravilloso) pero no ha ido nunca conmigo. Quizás sea porque es cuando soy más yo, dándome por completo, sin pensamientos, solo con sentimientos.

Lenka dijo...

Conozco el sexo sin amor y me parece una opción estupenda. Como bien dices esas valoraciones debe hacerlas cada uno y sin complejos. Lo que cada cual elija estará bien para sí (que es lo único que cuenta).

El sexo con amor me parece hermoso, profundo, algo muy entrañable (de "entraña"), muy cómplice. Se mezclan cosas de manera muy explosiva. Me parece sublime, la verdad.

El sexo sin amor es la opción divertida para mí. Momentos en los que realmente no te apetece compartir un lazo demasiado estrecho (con todo lo que implica) y optas (si quieres) por algo más superficial (de "superficie") y jocoso, digamos. Cosa que nunca implica (al menos en mi caso), la falta de respeto al otro.

Esa es la parte que me enerva cuando la detecto. Que no ames a una persona no implica que la consideres un trozo de carne o un agujero. No implica que tengas derecho a exponer y babosear lo que haces con ella, ni que la trates con desprecio para dejar claro que no te tiene pillad@. Demasiada gente confunde la ausencia de amor o el guardar las distancias con ser borde, egoísta y desconsiderad@.

Al fin y al cabo es una persona con la que estás compartiendo algo íntimo, aunque hayas puesto límites "sentimentales" al asunto.

No sé, así al menos lo veo yo. He tenido sexo sin amor, pero siempre he necesitado que hubiera varias cosas en esa pareja de revolcones. Química, claro, y una cierta complicidad, y buen rollo. Nunca me he tirado a nadie que no me inspirara algo. Respeto, pa empezar. Mutuo. Nunca me he tirado a nadie sólo para desahogarme. Para eso tengo dos manos, una amplia oferta de adminículos y sobrada imaginación.

O sea, que sí, que concibo perfectamente el sexo sin amor, pero no sin respeto, sin diversión, sin que sea cosa de dos. Porque son dos (al menos, jajaja) los que se encaman y comparten su intimidad, aunque sea por un rato. Dos personas, concretamente. Y la idea (la mía) es que ambos disfruten. Y que no pierdan su categoría de persona para convertirse en cacho carne, que es, me temo, lo que ocurre con frecuencia.

Pero bueno, supongo que esto es bastante típico a los 15 y a los 20. Las hormonas te derriten el cerebro y lo que quieres es follar mucho y con mucha gente, cosa que "puntúa más" que follar bien (sobre todo porque a esas edades no solemos saber follar bien).
Lo que me flipa bastante es que esa compulsión de la jodienda parece durar hasta los 35 años o más. Que en teoría la peña está liberadísima y doctorada en sexo, pero a la hora de la verdad todo son mitos, tabúes, etiquetas, complejos, aburrimientos, desencuentro, frustraciones y rutinas.

"Casado hace dos años y aburrido. Busco algo diferente". Macho, tienes que ser un zote de mil pares, perdona que te diga. O tú o ella. O los dos. Y si lo habláis un poquito? O, si no se arregla la cosa, os vais cada uno por su lao? Porque, que yo sepa, los tiempos del camisón con ventanuco y luces apagadas pasaron a la historia, eh?

Como dice mi sabio hermano: "liberación sexual, mis cojones". Va a tener razón y todo! Lo que hay, me temo, es más escaparate. Pero a poco que escarbes, te salen las mismas gilipolladas de siempre. No es alucinante????

Juan dijo...

El respeto se supone, claro.

Pero como decías antes, hay mucha gente que folla más para los demás que para sí mismo.

Y cualquier opción en el sexo me parece magnífica, con o sin amor da lo mismo. Lo importante es respetar al otro y a tí mismo.

Y hoy parece que ya no hay represión sexual, pero no estoy nada convencido de ello. Se tiene más sexo, eso sí, pero no mejor y sobre todo no más libre. Hay veces que el sexo se ha convertido en una obligación ("tonto el que no folle mucho y con muchos") y no en un acto de comunicación íntima.

Sra de Zafón dijo...

No voy a dar nombres ni congregaciones, Lenka, ja ja ja ja pero es fácil de adivinar :-) En los 80... Madrid... barrio obrero..., los más "Mromeros"....
Del que yo me enamoré perdidadmente no era el más guapo, pero admás de ser un encanto le llegaba bien el atactivo que portaba. Ahora, buenos, buenísimos, (vas a flipar) un trio de asturianos...jajajajaa.Cada cual más guapo. Uno Jonhy Deep con voto de castidad, el segundo un tiarrón tan guapo como enorme en todos los buenos sentidos,a parte de inteligentísimo, y el tercero los ojos verdes más flipantes que vi jamás, con una sonrisa que enciende el planeta entero. Sigue en asturias...
Era imposible no enamorarse en aquellos campamentos. Además sigo siendo amiga de la mayor parte de ellos y siguen tan aluciantes en todos los sentidos. Una pasada, la verdad, un lujo relacionarme con esa peña. Por todo.

Y sí, tienes razón cuando sé que quiero algo nunca me quedo quieta...

Está muy amnena tu torre (estoy en un descansito del curre)

Besos

Lenka dijo...

Jajajajaja, vaya tela con tus curas, Zafo!!!

Los asturianos serían de la Jesu´s Company, quizás? Porque hubo una época en la que se nos llevaban a los más guapos del lugar!!! Chica, menudo drama. Debo decir, en honor de las hembras astures, que conseguimos devolver a alguno que otro al buen camino. XD XD XD

(Yo no, ojo, nunca tuve a tiro a uno de los guapetes. A monitores de campamento muy cristianos de base, eso sí. Que, por cierto, también deben hacer cásting, porque madre mía...)

Juan, a eso me refería. Hoy parece que es vital tener cientos de parejas sexuales en la colección. Lo contrario te vuelve un carca. Antes no se respetaba a quien era muy casquivano (bueno, a las mujeres que lo eran, concretamente) y hoy pasas por tonta si la lista no te llega al suelo. Cuando, en realidad, haberte tirado a mucha gente es eso: que te has tirado a mucha gente. No implica que sepas más de sexo, ni que lo hagas mejor. No necesariamente.

Digo esto porque resulta revelador oír a peña que presume de muescas en el cabecero y luego... en fin. Sin comentarios!!!! XD

Sra de Zafón dijo...

Esos mismo Lenka, a dos les conozco las mulleres. Una es astur y la otra castellana, dos pedazo tías la verdad, encantadoras.

Hoy y antes, al menos desde que interviu y el LIb circulabam por las casas junto al lecuturas y al Hola. Cuando yo tenía 15 años, y de esto hace mucho, ya me llamaban gilipollas porque no me acostaba con el chaval con el que andaba...pero es que a los 18 si decías que solo lo hacías con tu chico, eras casi una retrasada...
manda huevos!. Vamos que como tengas la suerte de que el que más te ponga sea al que más quieres, poco más eres cortita y el opus.

Este es el eterno debate... yo he tenido sexo sin estar enamorada, pero estando enamorada ...¿a qué voy a ir yo a otra piel si no me apetece nada? a hacerme la progre y la moderna o a hacer el gilipollas. Ahora bien que la gente lo haga como, cuando y con quien le de la gana, eso mismo hago yo...
en fin...

Besos

Juan dijo...

Jo con los curas. Pues yo conozco montones de monjas, y na de na.

Lenka dijo...

Jajajajaaaaa, Juan!!! De mil amores te hubiera presentado yo en su día a una Sor de 21 años que tuve en un campamento. Una chica guapísima y con un señor tipazo (aquel bañador azul suyo, aunque discreto y decoroso, arrancó cienes de suspiros entre la población masculino-adolescente presente).

A las chicas nos tenía pasmás el caso. Lo comentábamos todo el tiempo. Al final no pudimos más y con toda la jeta de nuestros 12 o 13 años nos plantamos en sus narices para plantearle la cuestión:
"Pero oye... tú por qué eres monja??? Si eres joven y guapa!!!"

XD XD XD

Y es que en aquellos tiempos teníamos muy claro que nadie en sus cabales podía preferir la cofia a los chicos, bailar, fumar a escondidas o pintarse el ojo. Lo de ser monja era algo de ancianas. De señoras de otras épocas que no se habían echao novio. Tal cual.

La buena mujer se partió de risa y nos dijo que "había recibido la llamada". Y, sin querer, nos traumó. Negra andaba yo pensando en el susto supino que me llevaría si al Altísimo se le ocurría la gracia de llamarme. Qué excusa le pones a Dios?? "El teléfono al que llama está apagado o fuera de cobertura..." Ejem. No cuela!!! XD
Sufría yo, sufría. "A mí que no me llame, ehhhhh? Nostoy!!!"

La verdad, Zafo, creo que he sido muy afortunada con el tema en cuestión. De chavalina no tenía amigas chicas (no amigas "de verdad" como tengo hace unos años), siempre andaba con chicos. Así que nunca tuve que oír críticas a cómo hacía las cosas en cuanto al sexo, porque, mayormente, les daba igual. Me consideraban un tío más, me temo.

Para cuando hice buenas amigas la adolescencia se había terminado, y tuve la inmensa suerte de que se acabó formando un grupo de lo más "raro", con sus princesas de rosa y sus chungas de negro. La gente nos mira con extrañeza, cosa que nos la suda mucho. Somos amigas. Sabemos cómo piensa cada una y el respeto es absoluto. Nadie juzga a nadie. Cada una espera que las demás sean felices a su manera. Casadas de blanco y por la iglesia o coleccionistas de amantes.

Siempre hay un par de orejas para escucharte y muchas ganas de apoyarte en lo que sea. Y sí, claro, vuelan las coñas y las bromitas, del tipo "calla, so ñoña" o "si no fueras tan cacho putón..." Pero me encanta poder decir que nunca jamás en la vida me he sentido juzgada por mi gente. Por eso me alucina cómo en estos tiempos tan supuestamente progres y abiertos se sigue juzgando tanto, exhibiendo tanto, falseando tanto y viviendo tanto pa la galería.

Sra de Zafón dijo...

Si sí, alguna Sor...presa, te presentaría yo también, Juan, jajajajaja.
El deseo es universal, ataca a los seres vivos con la misma fuerza te dediques a lo que te dediques, creas en lo que creas, o seas de la especie que seas :-)
Negarlo es como pretender que una enredadera no se abrace a un tronco, a una pared... o considerarla lujuriosa o pecaminosa por hacerlo. Si las plantas tuviesen moral y cultura humanas la mayoría serían unas pendonas, jajajajaja.

Los curas y las monjas, que yo traté y trato son tan "seres vivos" como los demás, sólo que ...no se engañan con monsergas. Hay los que tienen muy claro su celibato y que lo padecen con humor y salero, y hay los que piensan que ser célibe no es lo importante en su "ministerio" y por ello tienen compañera... que no esconden.

Yo también tengo mucha suerte con mis amigas, lo que tú dices, Lenka: nos podemos decir lo que queramos, y además nos cuidamos muy bien. De joven tampoco tuve amigas, o muy poquitas y por temporadas, porque me daban mucha pereza. Y una de las cosas por la que me la daban, era por sus juicios hacia casi todo y sobre todo hacia casi todas...

En nada salgo ya del curre, hoy tengo muchas, muchas ganas. Qué viva el viernes!!!!

Lenka dijo...

También conocí a curas y monjas que no negaban su naturaleza. Pero fueron los menos, la verdad. Gente honesta que eligió y que respeta las elecciones de los demás. Gente que no reniega de sus impulsos, aunque hayan decidido no expresarlos. Debo decir que son las personas más currantas, cumplidoras, respetuosas, divertidas y sanas que me he echado al careto en cuanto a clero se refiere.

Por cierto, muy mal vistos por otros religiosos, a qué negarlo. Por religiosos que se consideraban mucho más rectos, auténticos y piadosos. Y que, curiosamente, resultaban unos fanáticos totales. Amargados, además. Gente muy maliciosa, malpensada, entrometida, fisgona, llena de prejuicios, gente que veía pecado por todas partes, incluso en lo más inocente. Y, qué coño, gente cruel no pocas veces. Muy aficionados al castigo y la humillación. Pero absolutamente convencidos de ser mejores.

Nunca he conocido a religiosos con pareja. Personalmente no. Sí a personas que terminaron colgando la sotana por amor, eso sí. Y siempre hombres. De niña me preguntaba qué pasaría si una de las monjas de mi cole no renovase sus votos y se diera el piro a cambiar de aires. De hecho me moría de ganas de que pasara, por el morbo del escándalo (qué mal bicho era!) Habría sido mi heroína, jajaja. Pero claro, nunca pasó. Calculo que estaría infinitamente peor visto que cuando es un cura el que "se sale".

Ya es viernes!!!! Todos fuera de la oficina!!!! ;)

Juan dijo...

Tienes razón. Hay gente que ve pecado por todos sitios.

Recuerdo un cuento sufí, creo que lo publicó Celadus, sobre una persona que se dirige a una ciudad y encuentra a un sabio. Le pregunta sobre la gente que habita en esa ciudad y el sabio le preguntó qué es lo que esperaba encontrar en esa ciudad. El final es que lo que esperase encontrar en los demás iba a ser exactamente lo que iba a encontrar.

El que ve tanto pecado no debe limpiar el mundo, sino sus ojos.

Lenka dijo...

Hay otro cuento sobre dos monjes que pasean juntos y llegan a la orilla de un río. Allí encuentran a una mujer que no puede cruzarlo y uno de los monjes se ofrece a llevarla en brazos. Después la deja al otro lado y ambos hombres siguen su camino.

El segundo monje empieza entonces a sermonear al primero, dándole una charla tremenda sobre la tentación de la carne, el pecado, los peligros de la lujuria, las voluptuosas carnes de la fémina... El primer monje no replica y le deja hablar y hablar durante horas. Finalmente, le dice:

- Hermano, yo dejé a la mujer a la orilla del río. Cuánto tiempo piensas cargar tú con ella?

Pues eso.