domingo, 8 de mayo de 2011

Todofobia



Investigaba yo por internet para descubir cómo se llama el miedo irracional a los peces (ictiofobia, claro, si es que parezco lela) y me he topado con una lista de pánicos de lo más curiosa. Vaya por delante que no osaría reírme de los terrores de nadie, pero de verdad que algunas cosas suenan absolutamente marcianas. Da la sensación de que nos hemos vuelto tontacos y nos encanta que nos etiqueten. Nos chifla padecer alguna rareza. Lo que hasta no hace tanto podía ser motivo de mofa y escarnio ahora es casi una medalla, un distintivo. Algo que te hace original, diferente. Cool. Y es que, además, aunque nos estemos refiriendo a miedos irracionales, los hay que parecen más irracionales que otros, caramba.


Tener miedo a los insectos, o a los espacios abiertos es una putada. Porque es muy fácil que la vida diaria te enfrente habitualmente con dichos miedos. Pero es que hay fobias que implican cosas tan rematadamente raras, improbables o tan fáciles de evitar que te preguntas cómo es que los que las sufren se han dado cuenta siquiera de su padecimiento. O por qué les llega a obsesionar ese temor. Yo tengo pánico a los tiburones desde que me llevaron de niña a ver la dichosa peli. Pero, coño, qué probabilidades hay de que me tope con uno?? Vivo en el norte de España, donde la cercanía de un escualo es cosa extrañísima. Lo peor que me puede pasar es que me tope con un bicho de esos en el canal del National Geographic. Y, por yuyu que me dé, está en la tele. Basta con hacer zapping. Tenerle manía a los tiburones no me afecta para nada. Digo más, ni siquiera tenerle manía a los peces en general (y eso es anterior a mi terror hacia el Gran Blanco). No tendré jamás un acuario. No practicaré el buceo. Y poco más. Sencillo.


También soy nictofóbica. De una manera muy extraña. La oscuridad sólo me asusta si estoy en una casa, en una construcción (no importa que sea grande o pequeña). En cambio adoro la noche y no temo pasearme a oscuras por la calle o incluso por el campo. En espacios abiertos la oscuridad me parece hermosa. No se puede ser más irracional: acaso corres más peligro en tu propia casa si se va la luz que sola en medio del monte?? De todos modos, a la hora de la verdad, no estoy segura de que lo mío sean fobias, ya que consigo razonarlas y mantener la calma ante ellas. Si ahora mismo se fundieran los plomos mi corazón se aceleraría, sentiría miedo y agobio, lo pasaría francamente mal. Pero me obligaría a buscar una linterna y a ir hasta la caja de los fusibles para arreglar el asunto. Sufriría, pero mantendría el control. Se supone que con las fobias no puedes hacer eso. O sí?


Creo que lo que tengo son más bien manías. Yuyus. A los peces, a la oscuridad (en recintos), a los caracoles y los gusanos (y luego voy y me hago una foto con una pitón albina, anda que...) al ruido (sobre todo cuando se relaciona con gente: barullo de conversaciones, voces estridentes, etc), al contacto humano no buscado (esfuerzos titánicos tengo que hacer pa no pegarle a mi pobre suegro, que es de esos que te da golpecitos en el brazo mientras te habla), al sonido que hacen los soldados cuando marchan (es ver una peli o documental en la que salga un desfile y me pongo enferma con el ruido de esas botas marcando el paso), al sonido de ciertas sirenas (más de lo mismo: ver un documental sobre bombardeos me pone los pelos de punta. Lo mismo me ocurre con la sirena de la mina, de un faro, de una fábrica... qué cosas), y, sobre todo, a las venas. No a la sangre, ni a las agujas, nada de eso me asusta. Lo que me supera son las venas. Puedo quedarme tan tranquila mirando cómo me vacunan o cómo me hacen un tatuaje, pero la mera idea de que una aguja me atraviese una vena me da mareos y sudores fríos. Por eso lo paso mal cuando me sacan sangre o me ponen una vía. Porque hay venas. A mí se me puede pinchar en cualquier sitio, menos en las venas. Jamás seré yonki. Nunca me abriré las venas. Puaj.


Pero es que hay cada fobia de carse de espaldas!!!! Investigad por ahí y os mataréis de risa. A los tomates, a besarse, a los travestis, al arcoiris, a ciertos colores, al yogur, a las aceitunas, a las nutrias, a las palabras largas, a los genitales, a la fealdad, a la belleza, a los globos, a los chinos, a hacerse fotos, a los granos, a la luna, a los calvos, a los niños... Gensanta. Pero lo mejor es leer los comentarios de la gente. "Tengo fobia a morirme. Tengo fobia a las pelis de terror. Tengo fobia a las responsabilidades. Tengo fobia a enamorarme. Tengo fobia a que me peguen. Tengo fobia al compromiso. Tengo fobia a que me hagan daño. Tengo fobia a los asesinos en serie". No te jode. Algunos son muy listos. Y otros tirando a bobos. Fobia a la muerte, dice. Háztelo mirar, colega, porque a quién se le ocurre. Con las ganas que tenemos los demás de morirnos!

5 comentarios:

Juan dijo...

Yo no tengo ninguna fobia, pero sí me agobio en dos circunstancias: aparcar el coche en un aparcamiento subterráneo y cuando alguien me invade mi espacio físico.

Lenka dijo...

Es lo que yo digo, creo que las mías tampoco son fobias porque no logran hacerme perder el control. Miedos, manías, eso sí. Me pregunto cuánta gente se empeñará en que tiene una fobia cuando luego no es tal. Porque imagino que la reacción fóbica va más allá de pegar gritos y subierse a una mesa si ves un ratón. Es que hay gente que entra en tal estado de pánico que pierde el conocimiento, o hasta pone en peligro su vida sin darse cuenta (se me ocurre que ante el objeto de terror un fóbico puede salir corriendo a lo loco sin pensar en que se le viene un autobus encima, por ejemplo. Es pánico ciego y no te permite razonar, sólo huir).

En cualquier caso el tema es muy curioso. Nos estarán exagerando los miedos para poder etiquetarnos y medicarnos?? (Como con las depres??) Lo de las fobias se habrá puesto también de moda, como todas esas cosas "de la cabeza"?? Por qué será que aunque los tiempos avancen permanezcan fobias atávicas, como el que sienten algunas personas por los truenos?? (Y eso que ahora sabemos lo que son!) Cómo es posible que alguien se eche a llorar o incluso se desmaye al ver el arcoiris????

Qué cosas!!

Juan dijo...

Para que la fobia sea tal, además de miedo irracional te debe hacer perder el control y te limita.

Por supuesto que nos exageran las cosas. Allá donde hay negocio se puede sospechar que algunos pretenden lucrarse.

También puede haber un afán desmedido por parte de algunos de necesitar ser diferentes a los demás (probablemente el del arco iris).

También hay que saber diferenciar lo que es simple asco (cucarachas, ratas), incomodidad (que alguien te hable encima tuyo, a medio centímetro de tu cara) o incluso miedo racional y positivo (un león hambriento a cinco metros tuyo sin defensas de por medio). Todo esto no son fobias.

Las auténticas fobias que limitan al que las padece pueden ser sin embargo un síntoma muy valioso desde el que partir para poder llegar a desenmascarar el origen de todo un complejo mundo ansiosodepresivo y puede ser el acicate para que se busque ayuda psicológica que nos puede servir para conocer mejor el origen de otros muchos miedos y poner coto a la ansiedad crónica que suelen padecer los que tienen fobias.

Una de las emociones más difíciles de reconocer es el miedo, porque muchas veces esos miedos se ocultan detrás de muchas máscaras. Como las fobias son miedos fácilmente reconocibles, suponen un arma magnífica para comenzar una terapia que abarque no sólo la fobia concreta que se lleve, sino que puede profundizar mucho más allá.

No sé si me he conseguido explicar.

Un abrazo Lenka. Un tema del que se puede sacar muchísimo.

Inés Valencia dijo...

Ufff, qué horror, yo no sé como la gente puede vivir teniendo fobia a todas esas cosas, y no solo por la angustia que pasarán sino por no poder disfrutar de ellas (el arco iris!! por favor!!!).
Yo tengo pocos miedos, de hecho creo que solamente a avispas y, algo menos, a abejas. Pero tengo vértigo. No es la sensación normal de estar en un sitio elevado y peligroso y tener un poco de canguelo. Yo vivo en un 9º y no puedo asomarme a mi ventana. Si tengo que sacudir algo, me arrodillo en el suelo todo lo lejos de la ventana que me permite mi brazo y asomo solo la mano con la cosa en cuestión. De tender la ropa ni hablamos, y eso que mi tendedero está dentro de la terraza.
No sé de dónde me viene, pero lo he tenido desde pequeña, me ponía histérica cuando alguien me cogía y me acercaba a las ventanas. He intentado exponerme a situaciones chungas, a ver si la terapia de choque funciona conmigo, pero no. Me tuvieron que sacar de la lanzadera del parque de atracciones, del mirador de Puentedé.... No puedo. Me bloqueo y no puedo moverme, ni levantarme, ni dar un paso, no puedo hacer nada. Es un horror :(

Lenka dijo...

Oivá, yo también me crié en un 9º piso, qué cosas!! Y sí, aunque lo mío no llegaba a tanto confieso que me daba yuyu esa altura. Aunque da menos impresión si delante de ti tienes una vista amplia que si tienes algo estrecho tipo patio de vecinos. A mí al menos me pasa. Puedo acercarme con más calma a un acantilado que a un hueco de ascensor (qué mal rolloooo!!!) También es cierto que mi vértigo es un tanto especialito, o al menos distinto del que sienten otras personas (aunque fijo que hay muchos más como el mío). Yo me alejo de las alturas pero más que nada porque al acercarme siento el impulso de saltar. Y es eso lo que da miedo. Ojo, no es nada suicida ni mucho menos, para nada!!! Uno no quiere realmente tirarse, pero sí nota una cierta atracción por ese vacío que está viendo. Es a la vez atracción y pánico.

Sabes una cosa que me da muuuucho miedo???? Las escaleras empinadas!!!! Tener que bajar (subir no me da miedo) por una escalerilla empinada, o con escalones estrechos, o en plan escala de gato... muero del estrés. De hecho suelo tener pesadillas en las que me veo bajando por escaleras imposibles (tan enanas que no te caben los pies, o que hacen bucles por los aires, o que no ves el final...) y sufro. Porque en el sueño tengo que bajar como sea, pero queda claro que me voy a caer, y la sensación es física, real. Horrible!!!! Resulta que me pasa de siempre y hace unos años me cuenta mi madre que, de muy canija (2 añitos) me caí por las escaleras de la casa del pueblo y perdí el conocimiento un rato (luego no me pasó nada, ni un rasguño). Así que ya ves!!! De algo me venía la cosa!!!! Y yo ni me acordaba de aquello... cómo es la mente, no???

En fin, coñe, que todos tenemos miedo a algo, en mayor o menor grado, pero afortunadamente la mayoría de los miedos no te impiden hacer vida normal. Puedes controlarlos. Sí, lo pasas mal, pero los controlas, leñe. Al menos si haces un pequeño esfuerzo. Yo también creo que es que hay peña que disfruta sufriendo, o siendo diferente y original (igual que hay peña que disfruta estando enferma).

Lo que me recuerda una idea que tuve el otro día y con el que fijo que hago una entrada...

XD