viernes, 2 de diciembre de 2011

Malditos anuncios

 Es cierto que algunos son creativos, preciosos e incluso auténticas obras de arte en pocos segundos. Lo malo es que la mayoría son imbéciles (o nos toman por tales), engañosos, absurdos, cutres, ñoños, aburridos o asquerosamente sexistas. Lo peor (ay!) es que probablemente son un reflejo de lo que somos nosotros.
No deja de sorprenderme cuánto se escandaliza la peña por cosas que me parecen irrelevantes y lo poco que se escandaliza con otras que resultan vomitivas. Pero, claro, supongo que es cuestión de opiniones, sensibilidades o manías de cada cual. Otros, sin duda, se reirían de mis legendarios cabreos ante imágenes que, seguramente, les parecerán inofensivas.
Me ronca el mango la cantidad de sandeces que nos intentan vender envueltas en salud. Hasta la peineta estoy de danacoles, casseis inmunitas (diez mil millones, na menos), jabones que salvan a nuestros niños de gérmenes asesinos y friegasuelos que despanzurran millones de bacterias ocultas en nuestros hogares con el único propósito de matarnos a traición. Las zarandajas de belleza son casi peores, y ahí sí que queda claro que nos toman por idiotas (porque, probablemente, lo somos). Cremas con liposomas, con ADN marino, con extracto de perla, con coenzimas, con hidracosas, con resticosas, con oligoelementos, con aceites esenciales, con tensores de la piel... Francamente, no entiendo cómo es posible que haya viejos, si, por lo visto, hace años que conocemos el secreto de la eterna juventud.
Mención especial para el tema de la jodienda, claro. Al final casi todo se resume a lo mismo en esto de la publicidad (y de la vida??) Si tienes tal cosa (este coche, esta laca del pelo, este maquillaje, esta ropa, este móvil, este olor, esta cara, este cuerpo...) podrás follar mucho y bien. Tendrás compañeros sexuales a tu disposición y quién sabe si incluso tu media naranja. Y ahí viene lo curioso del tema. Mucha gente se ha hecho cruces con un anuncio de Ikea (estos me gustan casi siempre) que se colaba en los dormitorios de montones de parejas (jóvenes, maduros, ancianos incluso) y nos mostraba (de manera nada vulgar, en mi opinión) el goce supino de compartir guarida, refugio, cama y lujuria. Total: brazos, piernas, caras de placer, sonrisas, besos, abrazos, ternura, complicidad... Sexo, sin más. Sexo entre personas normales y en situaciones normales. Pues bien, ese anuncio se consideró por muchos soez y pornográfico (diosanto!) y varias organizaciones de decentes ciudadanos pidieron su retirada inmediata (pero es que nadie va a pensar en los niños???) En cambio ahí tenemos a Axe, convenciendo a los tíos campaña tras campaña de que usando su desodorante las tías se abrirán de piernas a su paso (inolvidable aquel spot repulsivo en el que una chica que acaba de tener un accidente de tráfico y aparece maltrecha y ensangrentada se abre el escote loca de lascivia al oler al camillero, y qué decir de aquella otra perla del buen gusto que recordaba a las señoritas asistentes a una fiesta de la marca que debían volver al recinto a por sus bragas). Ahora les ha dado por el rollo bíblico, así que hemos empezado con lolitas angélicas de labios turgentes que se escorromoñan a tierra seducidas por el aroma del pichabrava de turno y hemos terminado (de momento) con un arca de Noé en el que se cuela una pareja de cada especie de jamonas. Igual en el próximo capítulo nos cuentan que Eva no perdió a la raza humana tentada por la manzana, sino por el ciruelo de Adán rebozado en Esencia Marina.
Y justo cuando pensaba que no podía haber anuncios más machistoides, los gurús del marketing me llevan la contraria. Primero llega la Bundchen y nos enseña a las féminas cómo dar una mala noticia a nuestros maridos, a saber: en bragas y sujetador. Así nos libramos de la bronca. Luciendo tipo la modelo le confiesa a su contrario que ha abollado SU coche y se ha fundido SU tarjeta de crédito. Porque, claro, eso es lo que hacemos las tipas. Joder a nuestros queriditos esposos SUS coches y SUS visas. Incluso la Gisele, que siendo como es una top entre las tops necesita que un señor le deje coches y tarjetas que desguazar, se ve que con lo que gana ella solita no le alcanza. Pero no se vayan todavía, no, que aún hay más. Y, de nuevo, son las colonias masculinas las que hacen alarde de exquisito cromañonismo. Desde la caja tonta nos asegura un guapito de cara que es él quien NOS ROBÓ a NUESTRA primera novia y a NUESTRAS hermanas. NUESTRAS, ojo. De nuestra propiedad y ahora de la SUYA. Porque, como todo el mundo sabe, las novias y hasta las hermanas pertenecen siempre a un pene hasta que llega otro más perfumao y se las lleva puestas. No se les ocurrió añadir a NUESTRAS madres porque igual (igual) les parecía ya forzar la máquina. Y calculo que NUESTRAS hijas se libraron por la cosa de la pederastia, que queda un poco feo. Lo de la novia en usufructo ya pone de mala uva, pero lo de las hermanas... díganme ustedes que no suena a burka, cinturón de castidad y duelo al amanecer pa reparar las honras perdidas. Vomitivo. Asqueroso. Y de juzgao de guardia.

7 comentarios:

Inés Valencia dijo...

Amén, Len. Afortunadamente, yo que huyo de la tele y la radio, veo entre pocos anuncios y ninguno, pero cuando alguno se me mete por los ojos accidentalmente, solo me entran ganas de ligarme los nervios ópticos.
Asquito y vulgaridad supremos.

Dalai dijo...

El anuncio que hoy por hoy más ascazo me da es el de la pija esa que, cuando le dicen el precio del coche, suelta toda ofendida: "¡¡No podemos gastar tan poco!!!". Hija de puta, tal y como está el mundo, no podrás tú; mucha gente no tiene ningún coche porque no pueden gastarse tanto.

Lenka dijo...

Calla, calla, Dalai, otro que da puta grima, asco y ganas de arrearle una hostia en toda la boca.

Juas, Lala, lo de ligarse los nervios ópticos me ha llegao, que lo sepas.

Se me olvidó mencionar unos anuncios nuevos que me dan bastante grima: esos de Movistar "emulando" a los del 15-M. Qué ascazo, cómo se suben al carro. Esas asambleas vecinales del buen rollito y el "acaso Colón dio media vuelta?" Venga, por favor... indignaos reclamando tarifa plana en el móvil, lo que hay que ver.

Nebroa dijo...

Tan vomitivos que he estado cerca de un año sin ver la tele. Hace un mes aproximadamente he vuelto a ella. En serio, me da mucha pena. Porque pienso en todos esos ojos que ven y ven y vuelven a ver la misma mierda tan clara que se la creen. Que sí. Que ya sé que no es tan explícito como que haya un subnormal comprando el axe en el supermercado creyendo que va a ligar. Imagino que no, confío, rezo, oro porque no! pero... sí que se va calando en la puta cabeza. Y el pobre hombrecillo, seguro, que si no tiene pasta para el axe y tiene que comprarse el fa de rollón como que se siente pobruzo. Sí. Seguro. Y me da penaaaaaaaaaa!

Lenka dijo...

Eso es lo peor: la cantidad de mierda que puede llegar a calar. La cantidad de "necesito esto", de "soy lo peor, no tengo tal", de "si no soy así soy una mierda". La cantidad de NUESTRAS y SUYAS. Qué peligro y qué yuyu.

Juan dijo...

Pues yo me he reído un buen rato gracias a tu post. Unir indignación y buen humor no es nada fácil, pero lo has conseguido.

No me escandalizo con los anuncios porque son la viva imagen de lo que vivo cada día en la calle. Son exagerados, claro, pero ofrecen lo que la gente quiere comprar con los motivos por los que la gente los quiere comprar.

La salud se ha convertido en una obsesión, pues toma casei inmunitas. La vejez no se lleva, pues toma crema. La imagen es más importante que ser, pues toma colonia, que si no, no ligas.

Y los anuncios sexistas no son más que el reflejo de una sociedad que, de boquilla, es muy igualitaria, pero que de puertas para adentro sigue manteniendo el cliché de mujer como madre, amante esposa, fregona o juguete sexual (las demás, no las "mías").

Siempre he dicho que de una mina de estaño no se extrae oro. Y nuestro país sigue siendo una mina de estaño, por lo que los anuncios son de estaño, los políticos son de estaño, los empresarios son de estaño y la televisión es de estaño.

Lenka dijo...

Muy prudente has sido usando la etiqueta "de estaño". A veces me pongo iracunda y diría "de mierda".

;)